
Es cierto, todos estamos un poco enfermos ,
pero es muy claro
ahora que estoy desencadenada.
El miedo está sólo en nuestras mentes
invadiéndolas todo el tiempo.
Tú, pobre dulce cosa inocente
sécate los ojos y testifica!
sabes que vives para desbaratarme,
no lo niegues! Dulce Sacrificio...
Un día voy a conseguir olvidar tu nombre
y un dulce día, vas a ahogarte en mi dolor perdido.
¿Te preguntas por que odias?
¿Eres aún tan débil como para sobrevivir a tus errores?
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