domingo, 3 de mayo de 2009


Es cierto, todos estamos un poco enfermos ,
pero es muy claro
ahora que estoy desencadenada.

El miedo está sólo en nuestras mentes
invadiéndolas todo el tiempo.

Tú, pobre dulce cosa inocente
sécate los ojos y testifica!
sabes que vives para desbaratarme,
no lo niegues! Dulce Sacrificio...

Un día voy a conseguir olvidar tu nombre
y un dulce día, vas a ahogarte en mi dolor perdido.



¿Te preguntas por que odias?
¿Eres aún tan débil como para sobrevivir a tus errores?

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